Sentado a las puerta donde entraban angeles y demonios, apoyado contra el quicio, tocaba una flauta echa de caña de un color dorado mate pero hermoso; habia oido una musica en la tierra e intentaba sacar sus notas solamente por el oido, y no iba mal encaminado; la musica de los angeles es siempre la mas hermosa, pero hay veces en que un fallo en una nota te pone los pelos de punta, y eso le pasó.
De ahí que suspirase profundamente y al alzar la cabeza se encontrase con una figura frente a él.